Acabamos de presenciar uno de los encuentros más relevantes de la reciente historia. El líder del mundo libre, Donald Trump, ha conocido en persona al líder del último reducto comunista y de la más férrea dictadura, Kim Jung-un, un encuentro que pasará a la historia y será recordado como el momento más brillante de la presidencia de Donald Trump.
Donald Trump Kim Jung-un
No solo trae estabilidad al mundo, pacifica la región y nos aleja de una guerra nuclear, sino que abre a Corea del Norte al exterior y a una completa reconciliación con Corea del Sur. Esto puede hacer que la vida en Corea del Norte pueda ser mejor para sus ciudadanos. De hecho, este encuentro es tan positivo que el único derrotado es China.
Donald Trump Kim Jung-un
Si Estados Unidos consigue traer la reconciliación y la pacificación de las dos Coreas, Estados Unidos conseguirá una posición privilegiada, ya que aparte de ser aliado de Corea del Sur, Japón y los demás países asiáticos, consigue aislar a China que pasa a no tener socios en esa región, o mejor dicho, ya nunca tendrá la relación que ha tenido con Corea del Norte hasta ahora.
Todos los países asiáticos desconfían de China y hasta ayer de Corea del Norte. Del mismo modo, el único país que protegía y reconocía como legítima la brutal dictadura de Corea del Norte es China.
De hecho, Corea del Norte depende para subsistir de su ayuda, si Estados Unidos consigue una relación especial con este país da un golpe durísimo a China, mucho más que si comenzara un conflicto armado.
Ronald Reagan tuvo una amistad muy especial con Margaret Thatcher. Barack Obama la tuvo con la canciller alemana Angela Merkel. Donald Trump superará a su amado Reagan y a su odiado Obama si su mejor amigo es un dictador comunista asiático. Kim Jong-un y Donald Trump han realizado una más que magnífica reunión. Los dos salen ganando.
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